Performing Arts
Cuando agarro mi guitarra y paso mis dedos por las cuerdas y el primer arpegio sale con toda su fuerza por el amplificador, todo desaparece y lo único que importa es la música.
Tocamos por diez minutos, sin saltamos ni una nota. La voz de Al apenas se oía, mientras Drek y yo hacíamos las segundas voces, y creo que el micrófono estaba apagado. Al final, terminé con un acorde improvisado y largo en la guitarra. Y ¿saben qué? me salió super bien. Sonó mejor que nunca.
Era como si la guitarra y mis dedos hubieran estado haciendo todo el trabajo mientras yo observaba desde afuera. Mis dedos se movían como pólvora. Las luces creaban una sensación mágica en todo el lugar. Llegamos al punto más alto y justo como lo teníamos practicado, paramos la música de pronto, de forma perfecta.