Y el problema de tener un ataque de pánico cuando estás a cuarenta pies por debajo de la superficie del océano es que te puedes ahogar, y sabes muy bien que te puedes ahogar. De hecho, sin el regulador es imposible respirar, aun si estuvieras tranquilo. Tampoco debes contener la respiración debido a la presión que hay en el agua. El caso es que si no estás respirando y sacando burbujas porque has perdido el regulador, tu pecho puede expandirse hasta explotar.